En cualquier caso, me río un poco de la gente que odia la navidad, pero en el fondo de su alma muere de dolor porque no la invitan a participar en los intercambios o esperan un regalo - aunque sea horrible - por parte de sus familiares.
Tontos.
Pero en realidad, con "esa época del año" me refiero a la época de los resfriados, la influenza, el dolor de garganta, los escalofríos, etc.
De repente, uno está de lo más campante haciendo gala de su gran salud cuando el bicho te ataca y entonces, de ser un humano más o menos pensante, te conviertes en una bolsita de gérmenes, que estornuda, tiembla, tiene fiebre y se siente morir. Así que todo aquel que alguna vez se sintió mal por una gripe decide que tiene la autoridad moral para medicarte.
- Dos antigripales antes de dormir y mañana estarás como nueva.
- Un té de miel con limón y raíz de jengibre.
- Té de boldo, el té de boldo es lo mejor contra el resfriado.
- Tómate un caballito de tequila antes de dormir, luego te envuelves bien en las mantas.
- Vaporizaciones de vic vapo rub.
- No te bañes en tres días.
- Date un baño con agua lo más caliente que puedas para que se descongestione la nariz.
- Báñate con agua fría: te ayuda a regularizar la temperatura del cuerpo.
- Dos aspirinas, un té y un "desenfriol".
- Theraflú, bien caliente, con dos "paracetamoles" de 500.
- Nada como un té de gordolobo.
- Perlas de tesalón.
- Necesitas tomar muchos líquidos y dejar el café.
- Fuma: mentolados. (???¿¿???)
- Nombre, no tiene pierde: ciprofloxaxino, uno cada 8 horas por 10 días.
- Ampicilina: una inyección de 2000 unidades cada 2 días.
- Necesitas sudar el bicho: ve al vapor.
Nadie, por ningún motivo o circunstancia se le ocurre decirte "descansa, toma muchos líquidos y si no mejoras ve al doctor". Porque obvio, los doctores no saben, o peor, como los amigos jipis de mi mamá han sostenido por décadas: "los doctores sólo quieren enriquecerse a costas de tu enfermedad", así que te van a recetar lo más caro, pero poco efectivo que puedan para así enriquecer a los laboratorios y así mismos.
Sic.
Yo me confieso asidua de la miel con limón, por lo que contrario a lo que podría esperarse, siempre termino la temporada gripal con mi buen par de kilos extras: mi winter weight no viene acompañado de tamalitos o pozoles, atoles o ponches con piquete, mi delirio invernal son tazas enteras de jugo de limón con miel que consumo como desposeída, en la oscuridad de la noche, cuando nadie me ve, cucharada a cucharada, envuelta en las mantas, saboreando, regordeándome en el placer ficticio del hipocondriaco que considera logrará curarse a base de píldoras de azúcar.
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