Ayer desperté de sueños tormentosos: narcotraficantes me obligaban a tejer enormes bufandas so amenaza de asesinar a sangre fría a toda mi familia, nevaba y yo no podía utilizar las agujas porque tenía las manos entumidas. En el teléfono verifiqué que era la una-a-eme y me puse a escuchar con atención los silencios interrumpidos por el perro de la casa vecina que se lamentaba profundamente, la tos de mi tía Ana, las gotitas de lluvia estrellarse contra el vidrio, el ocasional motor de un autobús pasar por la carretera de tránsito pesado. Cuando estoy tensa se me agudiza el oído hasta la infamia y resulta, la mayoría de las veces, insoportable.
No sabía bien que era lo que me pasaba, como siempre ocurre, repasé mentalmente conversaciones telefónicas, llamadas, citas canceladas o llevadas a cabo, palabras, gestos, tonos de voz, fechas. Hasta hoy a medio día comprendí que estoy sola. Me encuentro, terriblemente sola: como cuando era niña y no tenía nadie con quien jugar. Puedo entrar al Twitter o al blog o mandarme mails larguísimos detallando la sopa de espinacas con poro que comí ayer, pero estoy sola. Daría lo mismo que escribiera esas mismas cosas en un pedazo de cartulina que desecharía el sábado siguiente cuando pasara el servicio de recolecta de basura del ayuntamiento local. A nadie le importa.
Tengo mis sustitutos endulcorados de compañía, como no. Pero como el splenda, te dejan ese sabor artificial en la boca. Ese saber que es mentira, que no significa nada en términos de aliviar mi soledad. Esa soledad que me duele, que me despierta en la madrugada y me deja escuchando ruidos lejanos. Pero estoy cansada, tan cansada y abrumada, que pienso que sin la a no hay nada a que aspirar, que quizá no tengo derecho a aspirar a nada más. Que "take it or leave it" es mucho más que un slogan o una catch phrase.
Me fastidia explicarme, pedir compañía. Y la voz de Jennifer Aniston en The Appartment resuena en mi mente "es que yo quiero que quieras lavar los trastes".
Lo que quiero es simple, y caprichoso e inexistente: quiero que quieras lo que yo quiero, no porque te guste, sino porque eso significaría hacerme feliz. Porque yo he querido muchas veces lo que tú quieres para verte sonreír y porque de otro modo, sólo somos dos solitarios, sentados uno al lado del otro, pero incapaces de aliviar la necesidad de abrazo del compañero.
2 comentarios:
Vanilla Sky.
Óyeme no eh? no es lo mismo que te lea a que tires las palabras a la basura. Malo que te sientas sola estando con alguien, peor que la soledad te entristesca tanto porque dijera mi madre "solos vinimos y solos moriremos". En cualquier caso, aquí ando si gustas ;)
Publicar un comentario