Hearts breaking even

Me gustan las baladas ochenteras de grupos de "rock". La premisa es que somos "bien malos", pero en el fondo nos gusta comer pastelillos y llorar. Al menos así lo veo, al menos como adolescente no encontré en ninguna canción pop, el melodrama implícito en un "November Rain". Inclusive aquella mitología de "es que se mató la novia de Slash y por eso la compusieron" era lo maximito y la modelo de Victoria's Secret en vestido-de-novia-minifalda confirmaban la antes mencionada premisa.

En una de las primeras ocasiones que me rompieron el corazón, Bon Jovi acababa de sacar el "These Days", así que lo escuchaba y escuchaba y lloraba mis penas, y me desgarraba el alma y soñaba con estar en un bar solitario, bebiendo alcohol y fumando tabaco. Ya saben, el melodramatismo adolescente al que toda puberta aspira a los 14 años.

Obviamente en la primera etapa posterior al "no puedo andar contigo porque mis papás dicen que eres mala influencia", escuchaba una y otra vez "This ain't a love song", por aquello de "si el río que te lloré no es tan largo, entonces esta no es una canción de amor", que para mí era el non plus ultra del dolor y la ironía porque sí, yo había llorado más que lo suficiente no sólo para acabar con la sed mundial, sino para crear un desnivel en los mares capaz de sumergir para siempre a los Países Bajos (o eso creía).

Pero luego vino la etapa de "Hearts Breaking Even", que es a mi juicio una de las canciones de dolor comprendido más matonas del mundo.

Sí: comprendido.

Don't say my name, run away 'cause it's all in vain.

A mí me gusta pensar que cuando mandas a alguien al diablo es realidad los dos pierden. O los dos ganan. Pero en las relaciones no hay victimarios. Al menos no en las relaciones que llevan cierto tiempo: tú sabías que él era así y que tú eras así. ¿Para qué desgarrarse las vestiduras? Es triste, pero no es el fin del mundo.

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Anoche soñé con el Kranken (no el de piratas del caribe que se llama parecido pero que no es el que yo soñé). Comía niños. Tenía patas de cabra y rostro deforme, como el de Jorge Falcón, pero en feo. Había raptado un autobús escolar (muy previsor de su parte), y estaba a punto de comerse a un montón de crías de 4 y 5 años. Había que detenerlo, obviamente, pero en la práctica era difícil. Tuve los clásicos episodios de pesadilla: las piernas no me respondían, quería gritar y no podía, sentía que iba a morir y sin embargo tenía que detenerlo: por los niños. Desperté asustada. Genuinamente asustada.

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En la colonia donde viví 20 años de mi vida hubo una balacera a las 3 de la tarde. Una narco tiendita. Los vecinos de 20 años están aterrorizados. No los culpo.

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El Kranken nos come a todos: es la violencia en las calles, el descaro de nuestros políticos. La tristeza de un futuro que se pinta no sólo difícil, sino plenamente jodido. Es tan triste que ni siquiera se puede llorar por ello.

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Un ex novio me escribe un mensaje al FB (he dicho y sostengo que es del diablo) invitándome a su boda. Le respondo que le deseo lo mejor, pero que no puedo ir. Me responde que lo lamenta porque quería que la amiga "que perdió" lo acompañara.

Lo que deriva en lo siguiente:

Amistad 101

1. Hay amigos y gente.
2. Los amigos son personas con las que compartes creencias, vivencias, gustos, aficiones y por los que además sientes un cariño especial.
3. Los amigos se respetan.

De lo anterior deducimos que sí, en efecto, al bato en cuestión le tengo afecto, compartimos creencias, vivencias, gustos y aficiones y me da genuino gusto que se case. Pero creo que no hay un respeto de él hacia su novia al invitar a la ex y no hay un respeto de él hacía mí al invitarme a su boda. Es decir: podemos ser amigos, pero no me voy a ir a parar enfrente de la novia en su inmaculado vestido blanco para desearle una vida plena sabiendo que su flamante esposo lloró por mí y yo por él. Y no como amigos.

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Pinche gente loca.