También "silencio" es una de esas grandes palabras. En el silencio, obviamente, podemos encontrar todo lo que no se dice... incluídas las razones que se tienen para no hablar. No se trata meramente de hacer una simple ennumeración de las cosas que callamos: el silencio explica muchas veces mejor la realidad que uno mismo.
Estoy de descanso: tres días fuera de la oficina y como mi jefe sabía que me iba a una boda a Querétaro (sigo maldiciendo a Omnibus) el teléfono se ha mantenido casi silente. Sí, casi.
Recibí cuatro mensajes de texto: tres de una persona a la que no le hablo y uno de alguien que no sé quien es.
El silencio también es una súplica, es el último recurso del que no quiere saber nada de ti, y debería respetarse.
Me molesta de sobremanera encontrar incongruencias en las personas, es la principal razón por la que dejo de hablarle a alguien. No me refiero a las incongruencias como decir que odias las marcas de ropa porque explotan la mano de obra en China y al día siguiente corres a comprar una copia de un bolso de última moda, o peor, vas a China a comprar una copia de un bolso de última moda. Ese tipo de incongruencias no me preocupan, me causan gracia, me parecen humanas.
Me refiero en específico a la incongruencia del tipo que dice que es sumamente feliz, que su vida se basa en tales o cuales valores y al momento siguiente está despotricando contra su jefe, sus compañeros de trabajo, las mujeres, los pobres, los ricos, los fresas, los nacos. Es básicamente el tipo infeliz, que a media peda te suelta algo tan inverosímil como "yo jamás me acostaría con alguien sólo por sexo". Claro, porque todos lo hacemos por obra de caridad.
La gente que en su afán de demostrar su supuesta superioridad moral acuden a frases tan gastadas como "pero creían que eso me afectaría y al contrario", porque... ¿si no te hubiera afectado estaríamos hablando de ello?
En cuanto detecto el menor rastro de ese tipo de actitud les dejo de dirigir la palabra, sin explicaciones, sin arrepentimientos. ¿Entonces? Bueno, esta persona que me mandó tres mensajes al celular preguntándome que he hecho de mi vida en las últimas 24 horas (por un error de juicio tuve el mal tino de pistear con él), parece querer que le diga: "me abominas, sweetheart".
Consejo para entendidos: si alguien no te responde el teléfono, o el mensaje a la primera, no le vuelvas a hablar. Genuinamente no quiere hablar contigo, no hace falta interrumpir un silencio que te está ahorrando muchas charlas abrumadoras en las que te quejarás con otra gente diciendo que en realidad no te afecta lo que te hayan dicho, que crees que aunque X persona no te valore, en el fondo tú sabes que ella es la que se pierde el magnificente regalo de tu valiosa amistad.
1 comentario:
Otra palabra poderosa: "¿por que no te callas?"
Eso de las personas doble cara son definitivamente un dolor de cabeza, sobre todo cuando creen que eres su amigo (solo por que fuiste amable con ella una vez), y te cuentan infinidad de cosas que nunca tuviste la intención de enterarte.
que suerte tienes, yo tendre que trabajar toda la semana (es el problema de "Sistemas", mientras todos se van, uno se queda a arreglar los destrozos)
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