15.3.08

Crónica de cómo no ir a una boda

Desde que descubrí que ETN sólo tiene una corrida a Querétaro y que llegaba a la ciudad a las 9:50 de la noche, debí empezar a sospechar que mis intentos por asistir a la boda iban a ser futiles. El siguiente paso fue llamar a Ómnibus de México, donde no me pudieron hacer la reservación porque no tenían sistema. Salí a comer, fui a comprar mi boleto de autobús y luego fui a entregar unos papeles importantes para mi jefe.

En el trayecto, tuve la oportunidad de que me chocaran del lado del copiloto, me volaran el espejo y me jodieran la pintura de las dos puertas. Pero aún así no desistí.

En lugar de tirarme a la desgracia, me fui a un taller, pedí rápidamente que me compusieran el carro y me tomé una cerveza. Total, a mí que me importaba, yo iba a ir a esa boda.

Llegué a mi casa, arreglé mi maleta y salí con LA amiga a deambular hasta que llegó la 1 de la mañana (por cuestiones logísticas, decidí que el mejor autobús que podía tomar era el de la una de la mañana, para llegar a Querétaro a las 8:00 a.m.). Otras señales de la desgracia inminente se presentaron: un empleado con cara de rata, me dijo que no había corrida a Querétaro a la 1.15. Después de comprobar que sí había y pasar al área de andenes, el operador del autobús me preguntó con un poco de sorna que porque me había decidido por ese camión, y que si no había encontrado otro.

El autobús, ni que decirlo, iba completamente lleno de gente y de basura. Los pasillos estaban llenos de cáscaras de semillas, olía terriblemente mal y botellas de refresco rodaban de acá para allá con singular libertad. Me senté junto a una morra de unos 15 años que estaba en franco estado de shock y con cara de profundo miedo y justo delante de un par de tipos que tenían pinta de delicuentes juveniles. Abracé mi bolso con todas mis fuerzas, porque después de todo, sí tengo un gran apego al poco dinero que tengo.

Salimos y el camión se dirigió a la gasolinera. Según tengo entendido los autobuses en este país tienen prohibido cargar gasolina con el pasaje encima, pero pensé, bueno, quizá sí nos tome 10 horas llegar a Querétaro, pero llegaré a las 10 en lugar de las 8 y no puede estar tan peor. Luego de media hora nos dirigimos a una segunda gasolinera. Ilusamente pensé que no había diesel en la primera y que ahora todo estaría bien. Luego de un rato más bien breve el camión empezó a avanzar. Cerré los ojos resignada a viajar a Querétaro vía larga (lo que se traduce: a me detendré en cuanto lugar con más de tres casas exista), y entonces vi un montón de luces que me resutaron muy familiares. A las 2:00 a.m. regresamos a la central de autobuses de ZACATECAS.

Un tipo gordito y pelón se paró a la mitad del pasillo y nos anunció a todos que por una falla mecánica no podríamos seguir el viaje (sí, seguir, aún cuando algunos de nosotros apenas lo habíamos empezado), las opciones que nos ofrecieron eran viajar a Aguascalientes de pie, si algún operario quería llevarnos (cosa que no sucedió), la devolución de nuestro dinero o un lugar en la misma corrida pero del día siguiente.

Después de que el camió que iba a Aguas se negó a subirnos, pedí la devolución de mi dinero y fui a la otra línea. El tipo me informó que un camión llegaría a las 4. Sabiendo que LA amiga y GAI#1 (al cual no le hablábamos, jeje) seguían de farra, les llamé, pasaron por mí y anduvimos sdando la vuelta un rato - período del twitter con hits ochenteros -, obvio yo ya no tenía ganas de pistear, a las 4 regresamos a la central para encontrar que el camión se había descompuesto en Fresnillo. Fui a Estrella Blanca y me prometieron un camión a las 5. Y a las 5, dijeron que se había ido de largo, porque no traía lugares, pero que quizá a las 5.45 llegaría otro, y ahí ya fue cuando me di por vencida.

Si no puedes reservar tu boleto, te chocan, te dicen que tu corrida no existe, cuestionan tu elección de autobús, tu autobús se descompone, esperas otros 2 camiones en vano... quizá sea buen regresar a tu casa. Llegué a mi casa a las 5.30, cansada y encabronada. Pinches camiones de mierda, de haber sabido, desde un principio me hubiera planteado irme en mi propio vehículo, no habría ido a la central a medio día y seguramente no me habrían chocado. Yo deseo que todos los operadores de autobuses, los dueños de las líneas de autobuses y absolutamente TODOS los empleados de la central de esta ciudad, ardan en el infierno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo por eso amo "Península" excelentes camiones y salen cada media hora a "Tijuas"

Anónimo dijo...

Qué horribleeeeeeeeeeee