Cuando me fui a "estudiar inglés" a California mi prima Deziray vivía con mi tía. Mi tía, que envejecía como es natural, y mi prima que buscaba su independencia pero cuya situación económica la tenía sometida a pagos de tarjetas de crédito que hacían inverosímil el hecho de que hace apenas un año vivía sola en un departamento.
Deziray le debía todo a las tarjetas, pero cada viernes regresaba a la casa con bolsas de compras: Banana Republic, The Gap, The Limited, Victoria's Secret, Pier 1 Imports, y un largo etcétera fueron marcas que conocí a priori por las bolsitas que parecían surgir de la nada en su recámara. Yo le profesaba, como es natural, la ciega adoración que le tienen las adolescentes a sus primas mayores, quería ser como ella: comprar cosas lindas, y tomar café en Starbucks.
Yo creo que el mejor recuerdo que tengo de ella es cuando me llevó a la nevería Ben n' Jerrys y me explicó pacientemente que sus vacas no eran mal tratadas, etcétera, etcétera. Mi prima era una suerte de consumidora cautiva de esquemas innovadores. Tal y como yo lo soy hoy.
A veces, toma tan poco definirte: el aroma de una tienda de importaciones, la emoción de pedir tu primer café expresso, o reírte con los nombres seudo-jipis de una nevería extranjera.
Cuando la gente dice "California" yo no pienso en Hollywood, o en Angelina Jolie (aunque sí vienen a mi mente), mi primer recuerdo es la sonrisa inmensa de mi prima, y sus bolsitas de compras. En la paz mental que te puede producir llegar a un lugar y cargar lo que sea a la tarjeta.
Ahora, en mis tiempos de secretaria, compartidos con obligaciones varias me gustaría, como no, ir a algún centro comercial y comprar lo que sea. Como ocio, como actividad recreativa, como un decir "para esto trabajo". Pero no, trabajo apenas para pagar la luz y el teléfono y ver series mediocres en el cable. Pero al menos no le debo a las tarjetas.
¿Ven? Por eso no posteo, porque posteo pura pendejada.
2 comentarios:
Lo mejor de Ben & Jerry's es el
"Free Cone Day", otra razón para adorar a los ex-hippiosos.
El día que quieras, vamos por una nieve a su cremería en Vermont.
Sí, la gente ex-hippiosa a veces, a veces, es lo máximo.
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