En el marco de los niveles dramáticos debo aclarar.
No era adiós, pero resulta que soy la definición de la mujer patrañas, la que siempre ve catástrofes, la que intuye que todo termina de un momento a otro. Para mí no hay un mañana mejor, ni un instante perfecto... todo se derrumba.
Y claro, actúo en consecuencia. Soy la mujer extraña por definición, y en consecuencia soy tan común como todas, excepto que me paro sobre los ductos de ventilación del metro y enseño mis defecto mientras trato de ponerle cara de adorable al mundo. Yo sé que todo en mi es signo de interrogación al menos. Y tiemblo y espero. Todas somos así, pero las otras lo disimulan.
2 comentarios:
...al menos ya tienes mascota....
que bien, falsa alarma :)
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