Llorona de un Campo Lirio

Una de mis canciones favoritas de toda la vida es "La Llorona". Tiene justo los tonos dramáticos necesarios para ponerte reflexivo, pero no triste. Quizá sea la repetición, o el tono apasionado y dolorido. Auch, me encanta. La podría escuchar mil novecientas cuarenta y dos veces y luego la escucharía otra vez.

"Me quitarán de quererte Llorona, pero de olvidarte nunca"

"Dos besos llevo en el alma Llorona, que no se apartan de mí, del ultimo de mi madre Llorona y el primero que te di"

Mañana todos somos muy felices porque iremos al concierto de Café Tacuba. Y lo disfrutaremos ampliamente. 

Para los que se lo preguntan: no, todavía no acabo "Me llamo Rojo". Y poniéndome a ver "The Big Bang Theory" en lugar de armarme de fuerza de voluntad y ver quien demonios es el asesino. Uno nunca sabe que es el asesino. Uno siempre debería saber quien es el asesino. Arggg.

Ayer quise ponerle Ubuntu a mi máquina, pero me falta hacer respaldo. Bleagh. Respaldos. No quiero hacer respaldos. Me da flojera enfrentarme a la infinita cantidad de cosas que tengo que hacer. A ver, ¿para que va uno a hacer respaldos? ¿Por qué esos apegos enfermizos al pasado?

En ese respaldo entrarían por supuesto los blogs pasados, miles y miles de fotografías, y 12 gigas de música. Sí, sólo tengo 12. Y me la paso borrando canciones. Tengo problemas con la permanencia, tengo problemas con la posesión: como me gusta poseer, me preocupan mis posesiones y me obligo a atenderlas, usar la ropa que tengo, los zapatos, los aretes y a tener las cosas en uso. Cuando no utilizo algo, es como una carga. ¿Y cuantos amigos respaldados tienes? A fin de cuentas, cuando realmente importe, ¿qué cosas salvarías? Si de todas formas nos vamos a morir un día, ¿qué caso tiene aferrarse a esa foto con tus gafas ocheteras? O con las de zmx80 para tal efecto. 

Las flores el camposanto tienen la cualidad de no tener nada más: por eso cuando las mueve el viento parece que están llorando. La vacuidad es triste, pero es ligera. Y la levedad es un valor, aunque sea insportable.