4.9.08

Historias del chutis

A algunos de nosotros todavía nos escuece la soledad. No nos escuece de formas multitudinarias ni nos atreveríamos decir "estoy sola", todo-lo-contrario. Nos escuece porque nos falta.

Y en la falta de soledad sabemos, intuímos que preferiríamos pasar esas horas de soledad con otras personas. Con OTRA persona. Nos dan unas ganas inmensas de un abrazo, nos sentimos huérfanos de una soledad con la que convivíamos perfectamente y nos ha abandonado.

Hoy estaba tirada mirando atentamente el techo de la recámara de mi madre, sabido es por científicos alemanes que esta es una de las posiciones de meditación profunda que han llevado al cambio del rumbo de la historia en múltiples ocasiones o no, cuando le dije "yo quiero que ___ y ____ me quieran". Lo decía genuinamente. Lo podría jurar por mi capacidad de hablar, de caminar o de ver. 

Es decir: neta.

¿Por qué? No es por satisfacer las expectativas de ellos sobre mí. Es decir no quiero "gustarles", quiero que sientan afecto por mí, así como yo lo siento por ellos aunque sea de una forma totalmente gratuita e indirecta. O no. Porque gracias a ellos me encuentro de cara con soledades que se han dejado domesticar. Y entonces, gracias a ellos hay luces aquí, donde antes no había nada. Todo estaba limpio, pero vacío. Y se llenó de una gran alegría. Y es por ellos. ¿Cómo no los voy a querer? Eso debería bastarme. 

Hoy tuve un día ajetreado y pesado en el trabajo. Comí cantidades industriales de fruta y conseguí adoberas de queso añejo que no satisfacieron los altos estándares que se pedía de ellas. O tal vez sí. Recibí un regaño por ello, pero no me importó. Vi a mi padre y le dije muchas cosas lindas, quiero que mi padre también sienta afecto por ____. Todo sería mejor.

Espero que den las 9 para dejar la oficina, dirigirme apesadumbradamente al gimnasio, pero antes me echaré un café y pensaré que ... mañana podré desquitarme de estas horas que mi soledad me demanda.

En la mañana fui a la depilación láser: mujeres del mundo, quiero anunciarles que duele. Pero eso quizá ustedes ya lo sabían. La monita fue muy amable con mi sesión de "primeriza". Y como dijo la que cargó la Virgen "yo ya". Y también YA tengo Google Chrome y lo amo. En realidad, mi opinión no es válida porque yo amo todo lo que tenga que ver con Google. Aún si en el fondo SE que Wordpress es más lindo. Porque lo sé. Pfftt. Y qué.

Mi perro me preocupa. Nadie va por el y ya va para los dos meses de vida. Que mujer tan irresponsable para con mi propio charico. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No entendí a quien le dijiste... al techo? Seguro el techo te lo concede y ____ y ____ te van a querer, o quizá ya te quieran ;)

Unknown dijo...

A mi madre.