Consideraciones Morales sobre el Twitter

Adicta al Twitter soy (of course, ¿de qué otra forma podría ser?) y me complazco en leer sobre la vida de los demás con actualización constante y 140 caractéres demenciales que van desde la canción llegadora, hasta el informe político de actualidad. 

Lo que me causa estrés por ejemplo, son los twitters fantoches. En sí me desagran los fantoches de todas las religiones, culturas y colores: aquí no discriminamos. Si alguien llega y me dice "tengo un nuevo vehículo súper ultra mega fregón", siempre viviré pensando que es un súper mega idiota. Con el twitter ídem. Me molestan los twitters que siendo de México escriben en inglés, ¿cómo para qué? Debo admitir que en un principio me preguntaba si uno debía twittear en inglés o en español, porque finalmente había originalmente un número mucho más elevado de personas que tuiteaban en inglés que en nuestro idiomita. Y finalmente, si se tratase de escribir en el idioma más lindo, pues todos lo harían en alemán o en franchute, ¿qué no?.

Pienso que uno debe twittear en su idioma natal porque en ese momento está haciendo las cosas, pensándolas y viviéndolas en español. Aveces en spanglish cuando se ha mirado harta televisión o en argentino si es que se está leyendo a Cortazar o a Borges, muy por allá en alemán si es que se es aficionado al estrés filosófico o en esperanto si le da por las multiculturas, pero nunca en un idioma para "tener mayor cobertura" con gente de otros lados, porque al final somos millones y millones de hispanoparlantes y más de uno habrá que consigas caiga en tu red de followers.

(Ejemplo de twitteo pertinente: una gorda rubia se contonea frente a mi oficina)

El twitter es como el "shout-box" si es que tal cosa existe. Donde vas y escribes en un papelito cualquier cosa, es el post-it vivencial de los momentos que habrán de ser olvidados, es mirar los papelitos de los demás. Es una orgía de caracteres magros, con caducidad con gusto de capirotada y de días de otoño.

El miércoles ajusto 1 año en mi trabajo. Iba a decir que nunca había durado un año en un trabajo, pero es que siempre tiendo a pensar que los 2 años y medio que di clases no eran trabajo real, dado que no me estresaba, no odiaba a nadie particularmente y me divertía bastante. Acá he tenido la oportunidad de madurar y de alcanzar cierta estabilidad metal que a ratos me da miedo. En una de esas, termino como soccer-mom, de acuerdo a las pertinentes observaciones de Sleeping Weasel.

Y sí, le instalé Ubuntu a la lap porque nunca jamás en toda la vida pudimos encontrar el driver para la Wireless. Mi perra está abandonada en el patio, y yo ando por los días con cara de que si veo a alguien de PETA me dispondría a entregarme sin chistar. 

Hoy me acordé de que habría que hacer una defensa de la pornografía. Me imagino, que hubiera videos sobre otros seres cumpliendo sus necesidades fisiológicas como comer, dormir o defecar y pienso que nadie haría grandes aspavientos, imagino sitio de internet dedicados única y exclusivamente a fotos y videos amateurs de jovencitas "escasamente legales" dormidas o engullendo ensaladas y me pregunto, ¿por qué eso no sería terriblemente malo? En sí, tampoco consigo pensar que eso me diera alguna especie de placer y algo de lo prohibido debe tener el ver lo que no se supone veas, porque no por ver a alguien comer se me antoja comer a mí, ni me da placer en particular. De igual forma, como vi mi primer video pornográfico a loas 24 años, pensé que era exactamente como ver el video de alguien dormir, o comer o defecar y no me causó mayor impacto. Bueno, sí me dio algo de risa, porque era muy cómico y exagerado, como imaginar a alguien que se engulle una piza entera de un jalón, pero nada más. En mi experiencia (poca) la pornografía puede caer en dos extremos: lo exagerado y lo cursi, de modo que el acto en sí pierde su afán lúdico y se vuelve algo violento/animal/grotesco o afectado/rosa/infantil. 

Sí, claro, a todos nos gusta el Twitter, pero a que nadie se avienta una denfensa de la pornografía en 140 caracteres. Viva el blog.