27.8.08

Who cares?

Hoy volví a recibir correspondencia de un ex. La verdad, es que pensaba postear sobre otros temas de mucha mayor relevancia para el bienestar de la humanidad (o no) como hasta que punto decides hacer pública tu vida en la internet y que grados de enfermedad mental denota tu adicción a las redes sociales sustentado en recientes estudios hechos por científicos alemanes (o no). Pero me encontré con un mail de un ex.

Ah, su pequeña y cuneiforme existencia reclamando validez a través de bits y bytes describiendo lo que no me importa. Si bien, el primer error fue mío al responderle "mira, esta cuenta no la tengo en uso, salebai", creí que la parquedad de la respuesta bastaría para un cordial "gusto saber de ti, espero que tengas una buena vida", que es lo único que en realidad podría uno pedirle al pasado. Pero no, querubines.

Me mandó un extenso correo pormenorizando las razones para su cambio de residencia, y a que lugares ha ido de vacaciones con su nueva novia. Le iba a pedir que también me diera un reporte pormenorizado de posiciones sexuales, pero el muy bueyecín es capaz de enviármelo realmente. Hay personas que no saben detectar el sarcasmo, ni hablando con Groucho Marx en persona.

Lo que sin duda me sirve para ligarlo con mi tema principal: ¿a quién le importa tu vida? A nadie. Los blogs personales son aburridísimos, relatos constantes del tipo "hoy vi a mi ex besuqueándose con otra", "mi trabajo es un asco", "considero que las papas y las verdolagas no se llevan bien". De verdad, supérate a ti mismo, organiza un redondeo y cómprate una vida. Y luego cuida mucho de mantenerla privada.

¿Por qué? ¿Por qué esa necesidad absurda de restregarle tu existir al mundo? No es malo, no es veladamente prohibitivo andarle contando tus intimidades al mundo, el twitter, los blogs y el Hi5 está para ello. Puede que busques seguidores en el twitter, lectores de blog, contribuir con tu supina ignorancia a hacer de este mundo un lugar mejor (mi caso, sin duda) o "mantenerte en contacto con tus amigos". No hay problema, este tipo de mecanismos se han ideado precisamente para impedir que abrumes con la obviedad y vacuidad de tu existencia a los demás. Al que le importes puede entrar con afanes morbosos de baja calaña a la dirección de internet adecuada y satisfacer sus ganas de saber de ti y se acabó. ¿Entonces qué necesidad de andarle llamando a tu pasado para decirle si eres feliz o no? Sobre todo cuando tu pasado no se acuerda mucho que digamos de ti. Uno sabe que el pasado no se ocupa mucho de tu vida cuando te responde en AGOSTO un correo de febrero. ¿No?

Sí ya sé, nunca debí responder. El punto es que ahora se me hace altamente perdedor responderle "ohhh me da gusto que seas tan feliz con tu novia y que hayan experimentado una cercanía a los dioses al estar en los cenotes sagrados de Yucatán". Me parece perdedor también no responder porque parecería ardor. Y responder "salebai" ya probamos que no funciona. Yo no quiero ser su amiga, a mis amigos los escojo yo y tengo a bien decir que son muy poquitos. Pero que me importan genuinamente.

Respecto al post anterior que en mi plan A había pensado que durara una semana en primer lugar, es otra prueba fehaciente de gente que no sabe como enfrentar su presente con los suficientes pantaloncitos: otro batito que no entiende las sutilezas del "moveon" y "salebai".

Dre.

No hay comentarios: