16.1.07

Globos de oro, avances tecnológicos, pronóstico climático, etecé

El frío sigue cundiendo y aunque la tendencia de la población regia a pasteurizar a la población (proceso conseguido mediante el forzado cambio de temperaturas, digamos si afuera estamos a 2 grados, adentro estermos a 28 y viceversa: si afuera hay 40 de los de Celsius, adentro tendremos 18), se siente una atmósfera más bien depresivona en el ambiente. Las condiciones del tráfico son insufribles, a la ya de por sí maravillosa manía de los regiomontanos de manejar como desaforados en persecución policial o parto prematuro, súmale llovizna y temperaturas cercanas al punto de congelación del agua: el resultado es previsible.

Además balacearon a dos "polecías" por los rumbos de Santa Catarina (para el avisor visitante ajeno a estos rumbos, dícese del municipio que está localizado por el lado de San Píter de los Pipiris Nais, viniendo de Saltillo). Y además del frío, hay alerta roja o algo así. Todo esto lo supe gracias al meteorológico local y decidí salir de mi casa a las 8.05 en lugar de las 7.45, porque de todas formas que sentido tenía esforzarme en salir temprano si el tráfico iba a ser infernal. Descubrí que saliendo a las 8.05 hago 15 minutos a mi trabajo en lugar de 30. ¿Qué tal? Y sólo llego 5 minutos más tarde. El tiempo transcurre de formas misteriosas por acá.

Anoche, como la vida no daba para más, me dispuse a ver la entrega de los Globos de Oro. Me di cuenta que tengo un gusto particularmente parecido al de quienes sean que entregan dichos premios, al menos en lo que se refiere a series: Grey's Anatomy y Uggly Betty. No me culpen, soy sólo un producto mercadológico y/o una chica. No deja de darme curiosidad que Uggly Betty se parezca un montón a Betty la Fea (ok, es la versión gringa, pero las versiones, no dejan de ser copias) y la película de Babel, es una especie de versión 3.0 de Amores Perros. Creo que ya se encontró la fórmula mágica para conseguir premios, pues también L.A. Crash, que vuelve a retomar la idea de enlazar tres historias a partir de un punto "casual" salió muy premiada hace algunos ayeres. Y sí, las casualidades son importantes: pero a mí me gustó mucho más Children of Men y nadie la mencionó. A veces me pregunto si los críticos de cine clasifican una película como buena en la medida en que los dejan confundidos. Y sí me gustan las películas que se manejan el "what if", pero me dejan descontenta las que se bordean con el "¿qué diablos?". En fin. Nota para el lector, adoré al director cuando le dijo al Gobernador de California que tenía sus papeles en regla. Ja.

En la mañana, entré a ver algunas notas relacionadas con el iPhone y me encontré con algo relacionado al iPhone Shuffle, donde decía que marcará de forma aleatoria a cualquiera de sus números almancenados porque a la gente "le importa cada vez menos con quien habla". Lo cual no me pareció del todo descabellado: es cierto. Ya no importa que tengas un teléfono que te sea útil, sino poderlo mostrar como símbolo de estatus. Por mi salud mental, espero que esta nota sea mentira, ahora viviré con miedo de creer que si alguien me llamó fue una elección aleatoria de un teléfono y que mi interlocutor simplemente deseaba hacer uso de su nuevo aparato, sin importarle mi yo "no tecnológico". Al identificador de llamadas también podrían en cualquier caso ponerle un "random" para que te ponga el teléfono de quien sea y que contestes para responderle a alguien más.
Invariablemente me imaginé como dos mil situaciones absurdas derivadas del uso de tal aparato: por ejemplo, chocas (con este clima) y quieres llamar al seguro, pero en lugar de eso terminas hablando con el restaurant de comida rápida:
Poseedor de iPhone Shuffle: ¿Hola?
Dependiente: Súper comidas, buenas tardes, ¿puedo tomar su pedido?
PiPS: Esteeee, no quería llamar ahí, lo que pasa es que choqué mi carro, pero no importa con quien quiero hablar, esta es una sorpresa para mí que me hará salir de mi rutina. ¿Cuál es el menú del día?
Dependiente: Ahhh, me llama de un iPhone Shuffle. Nosotros también tenemos el nuevo software iMotociclista Shuffle, para enviar los pedidos de comida a quien sea, y siempre es una grata sorpresa para nuestros clientes recibir algo totalmente aleatorio, pues a ellos no les importa que comer, sino pasar más tiempo a merced del azar.
PiPS: ¡Claro, lo entiendo perfectamente! ¿Qué tiene de comer?
Dependiente: ¿qué importa? Le enviaremos algo y quizá lo reciba.
PiPS: Gracias, seguiré llamando a ver si puedo dar con mi seguro, cuyo nombre no sé porque lo elegí de forma aleatoria. Jajaja (imaginar risa de millonario sofisticado).

En fin, trataré de vivir mi vida sin el encanto de la sorpresa. Enjoy.

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