21.11.06

Parroquiales de Adviento

El viernes entregué mi solicitud de beca para el siguiente periódo académico. Dadas mis circunstancias mentales pedí humildemente se me dejara inscribir una materia de más, con el afán de poder terminar un semestre antes. Petición concedida. Lo mejor: tendré apoyo para libros por tres materias y ya sé exactamente en que pienso gastarlo.

Bueno, no sé exactamente en que pienso gastarlo, lo que quise decir es que no haré nada provechoso con ellos y seguramente los dilapilaré (¿así se escribe?) en idas al cine, servicio a domicilio e implementos tecnológicos. Sí claro.

Por fin, después de mucho meditarlo compré el transmisor FM para el Ipod. Ahora me siento muy feliz porque podré escuchar la música que quiera en lugar de chutarme cualquier noticiero. Soy adicta a las noticias y me hacen inmensamente preocupona: me preocupa el muro fronterizo aún por construir, el conflicto en Oaxaca y el envenenamiento con talio de algún ex espía ruso. Los rusos siempre me parecieron muy guapos, además. Y no porque fueran rubitos, sino porque se emocionaban con los Levis e hicieron grandes filas para comprar una hamburguesa del McDonalds. En cierta forma, me recuerdane mi propia familia, cuando llegaban los parientes gabachos y hacían repartición de mugrero que traían del otro lado: el auténtico hit era tener un lápiz de la British Co. o una libreta que dijera "GATX". Mis tías se emocionaban por recibir guantes de goma recubiertos por el interior con tela para no enfriarse las manos mientras lavaban a mano en el frío de la sierra zacatecana.
Pero todo eso no importa, "he volvido", a veces lo chido de irte, es el regreso.
Dios bendiga a Dios (Jaime Sabines ha dixit).

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