Las fases de negación, los títulos innecesariamente largos para posts y la gente que borras pero no bloqueas del messenger

Inclusive el título podría ser el post y ya.

Pero no.

(sonrisa triunfal)

Ayer hablaba por MSN con LA amiga. Discutíamos sobre como un amigo en común está en su fase de negación y se la pasa pregonando a los cuatro vientos cuan feliz y afortunado es. Yo llegué a la conclusión de que seguramente estoy justo debajo de Hitler y de Ramsés II en la lista de seres más malvados del planeta (no sé porque puse a Ramsés II, quizá ni siquiera era tan malo, pero ya había caído en el lugar común de acusar a Hitler de malvado y un lugar común por párrafo es suficiente) dado que yo preferiría hablar con él y que aceptara que sufría y que su vida era miserable. 

LA amiga dijo que en realidad se trataba de cuestiones de "honestidad". 

Podría ser, o podría ser que simple y sencillamente mi alma esté un poco podrida. En realidad creo que es una combinación de ambas. Ji-jo-ji-jú. Es decir, es un poco nefasto andar tratando de convecer a alguien de que está en uno de sus puntos bajos de la existencia. Y también andar soportando los aires de altivez que suelen acompañar a los que se rehusan terminantemente a aceptar su estatus perdedor. No que mi amigo sea un perdedor, es un estatus temporal, que no obstante se alargará innecesariamente mientras no quiera reconocer lo fatuo de su comportamiento anterior y trate de darle solución a su eterno y repetitivo conflicto del tipo laboral. 

En la mañana me habló una morrita por el messenger, a la que borré hace tiempo pero olvidé bloquear. En realidad no quise bloquearla porque me parecía innecesario que si siempre me conecto, se diera cuenta de que no tengo la menor intención de tener contacto con ella en lo que me queda a través de un sistemático y constante silencio de mi parte. Lo mejor de todo, es que me escribe que vendrá para el puente de septiembre y puntualiza que hace mucho tiempo no me ve. Como si a ella se le hubiera ocurrido de pronto que es necesario hacerme notar que ha estado ausente de mi vida un largo tiempo, pero que en su infinita misericordia está dispuesta a remediarlo. 

El problema es básicamente que no me importaría verla de no ser porque va a continuar en su actitud beatificadora insufrible de querer ponerse al tanto de mi vida. No captan, que uno NO les pregunta de su vida porque no quiere andarle explicando la vida propia a los demás ( y porque su vida, además de aburrídisima y repetitiva: me enamoré de un tipo nefasto y mujeriego y me engañó con alguna de mis amigas y estoy enamorada de un tipo nefasto y mujeriego... me tiene sin cuidado).  

Al final de nuestra conversación en la que me dijo "pues me avisas si estarás en la ciudad", respondí con un sincero "sale-bye". 

No creo que lo haya entendido.