Mi abuelo nació en marzo, mi papá también. En marzo la primavera es lo "in", las florecitas, la onda cursi, bla bla bla...
Lo cierto es que no tengo cabeza para mucho... hoy vi Vanilla Sky, again. Iba a escribir un post larguísimo al respecto, quizá lo escriba algún día, cuando les explique cuales son las decisiones que conllevan lo de "la vida que va" o "los senderos que se bifurcan". Al final, ambos temas se relacionan. Y quizá ni siquiera tenga que explicarlo.
Todos encontraban los ochentas deleznables: en esa década yo jugaba a las muñecas, y quería ser como Chitara, soñaba con conducir una nave intergaláctica y de grande quería ser astronauta. Desconozco si el resto de los niños deseaban lo mismo y nunca he sentido nostalgia por la memorabilia ochentera. Pero como Bestiaria escribió en algún artículo: fueron la época más cursi, la que llevó a un montón de morritas por el falso camino del "rock", y a raíz de la cual, algunas conservamos los clichés del amor, más a flor de piel que las que crecieron en otras épocas.
De Bon Jovi: tiene al menos 4 de las frases más cursis que he escuchado en mi vida, incluyendo la que le da titulo a este post.
Una clásica de la radio nocturna, hasta hace poco supe como se llamaba el grupo que la cantaba, pero igual... dos o tres frases ganadoras y promesas inconcebibles, todo en nombre del amor.
Bueno... de esta, además tiene mensajito politiquin y todo el beat. Y en realidad ya no es propiamente ochentera, pero tiene el "feeling", ese que perdimos en nombre del grunge, donde la decadencia y la miseria, todavía eran muy sentiditos y se nos ofrecía una poética visión de una vida mejor, desde una reflexión hecha en algún momento de soledad: ya fuera amor-desamor o cuestiones políticas.
Aunque claro... también están los que amábamos entonces, amamos y seguiremos amndo siempre. Jijijiji (lo siento mucho Thomas Yorke, pero... David Gahan llegó primero a mi corazón).
2 comentarios:
pues yo soy mas de los 90, pero los power balads son la ley.
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